Descanse en paz el maestro José Luis Sampedro

9 abril 2013 por Francisco Ponce en Noticias, Todos los artículos

José Luis Sampedro nació en Barcelona (1917 – 2013), siempre aspiró a ser él mismo «al máximo». Hijo de un médico militar, creció en Tánger y otras plazas a las que su padre fue destinado. La Guerra Civil le sorprendió en Santander con 19 años, cuando acababa de aprobar una oposición a funcionario de aduanas. «Hombre de orden», fue movilizado por el Ejército de la República, aunque después se pasó al bando nacional.

José Luis Sampedro (escritor y humanista)

Escritor y académico, sus novelas – El río que nos lleva, La sonrisa etrusca– han tenido éxito de público y se han llevado al cine y al teatro. En 2011  recibió la Orden de las Artes y las Letras.

Del periódico “El País” y fechado en el verano del 2011 extraemos dos ‘perlas’ de las muchas que vierte en su amplia entrevista:

¿Cómo ve el mundo desde aquí? Nuestro tiempo es para mí, esencialmente, un tiempo de barbarie. Y no me refiero solo a violencia, sino a una civilización que ha degradado los valores que integraban su naturaleza. Un valor era la justicia. Dígame si Guantánamo o lo que pasa en China es justicia. Se juzga a la gente en virtud de la presunción de culpabilidad. Todo eso del ataque preventivo, un nombre eufónico para hablar de la ley de la selva. En 2000 años, la humanidad ha progresado técnicamente de forma fabulosa, pero nos seguimos matando con una codicia y una falta de solidaridad escandalosa. No hemos aprendido a vivir juntos y en paz.

¿Porqué la gente no piensa? Porque la gente no hace crítica, porque acepta la creencia que le proponen a base de bombardearle con los medios. Los titulares de los periódicos son efímeros, tienen muy poca importancia frente a cosas como Guantánamo, un insulto a la justicia y a la inteligencia. ¿Y de Japón? ¿Y de Haití? Del sida en África, o de la falta de educación, no habla nadie porque no interesa al poder, que es el que dispone de los medios, que dicen lo que al poder le interesa. Contra eso hay que indignarse, reaccionar y decir no.