¿Quién es usted? Tribulaciones de un escritor en revistas

2 enero 2017 por Francisco Ponce en La columna, Todos los artículos

La Columna

Tras este titular viene la pregunta inevitable ¿Quién soy yo? Al instante aparecen las tres consabidas respuestas: <<El que creo ser>>, <<El que soy en realidad>> y <<El que creen los demás que soy>>

Lo cierto es que coexistimos dentro de un compendio de las tres cosas. Mirémonos al espejo. Suele suceder que en algún momento nos vemos superiores, con un plus de entusiasmo y autoestima. En otras ocasiones nos observamos deficientes, con una depresión de ‘caballo’ que nos llega al galope…

AnónimosEn el término medio estaría lo equitativo. Con sinceridad somos bastantes los que descubrir este cotidiano enigma nos puede llevar toda una vida, máxime estando sujetos a los constantes cambios de humor, a la comprensión de los demás o a un dolor de muelas, también al inexorable paso del tiempo o dicho con tono amable, <<acumulación de años>>.

Lo cierto es que nuestros semejantes nos ven o los vemos a través de los ojos y nos perciben o los percibimos a través de un criterio, por lo común egoísta, sin querer acudir a la imparcialidad que a buen seguro sería el mejor camino.

Desde esta “Columna” en la búsqueda de ese conocimiento, me he preguntado en varias ocasiones ¿Quién es usted? Alguien que busca este artículo en cada revista con cierto afán y agrado, alguien que pasa olímpicamente y no se entretiene ni siquiera en mirar el título, un lector al que sólo le interesan los temas de fútbol o del corazón y califica de triviales los otros, o quizá una persona que recoge el soplo bucólico de un texto diferente. También puede ocurrir que le cayera, por puro azar, esta revista en las manos y esté repasándola con absoluta distracción observando ilustraciones y fotografías.

Se pueden dar estos y muchos más supuestos, porque todos son de lo más lícitos y normales. No es posible que apetezca a todos los mismos temas ni siquiera la forma de enfocarlos. El escritor pretende agradar a la mayoría, ¡faltaría más! El reto es: ¿Cómo conseguirlo sin saber quien es el lector potencial?

Si usted con certeza se conoce a si mismo lo suficiente para saber con plenitud quién es, considérese afortunado.

¡Ah, un favor!… ¿Puede sugerirme quien soy yo?