Francisco Ponce Carrasco

El buzoneo publicitario tiene poco éxito – El Abrelatas

Si cedes abriendo la puerta del zaguán, te llenan los buzones de múltiples publicidades que acaban directamente en la basura

A punto de dar buena cuenta a un exquisito plato de paella, sonó el telefonillo del portal. Era un timbrazo general a varios pisos. Cuando ‘digo’, ¡Diga! escucho que otros vecinos preguntan lo mismo, responde una voz gruesa, ¡Correos!… no cuela, pues en la zona, el repartidor del servicio de correos es repartidora y ese tono masculino no corresponde…tampoco se le abre.

Está claro que los encargados del ‘buzoneo publicitario’ se las ingenian para que se les abra y falsean identidades o servicios, pero en esta oportunidad el repartidor comete otro error básico – para ganar tiempo – y pulsa varios botones con la palma de la mano, lo que deja patente que no busca a un vecino, sino entrar.

Actualmente los buzones de los zaguanes se llenan de publicidad de poco interés y los inquilinos, hartos de abrir a todas horas y preocupados por la innegable inseguridad ciudadana, indagan, preguntan y acaban haciendo caso omiso al timbre. Los repartidores lo tienen ‘crudo’.