Fiesta de toros

22 marzo 2007 por Francisco Ponce en Noticias, Todos los artículos, ¡Cosa fina! Magazine

«De PONCE a PONCE: Rindo justo homenaje a esta gran figura del toreo; con la esperanza de que su elegante y templado manejo del capote – con que sabe adornarse – lo pueda alcanzar yo, con la pluma de escribir».

El ariesgado, sorpendente y siempre emocionante arte de torear, está arraigado en España desde hace muchos siglos. Ya en las prehistóricas pinturas rupestres se pueden observar dibujos de toros. Desde estos primeros contactos con el toro, se fue desarrollando poco a poco el arte de torear, hasta llegar a lo que hoy en día conocemos como La Lidia del toro bravo, variedad bovina que evolucionando desde razas de toros egipcios y europeos, han convertido al toro bravo español en una raza única y presente tan sólo en la Península Ibérica, sur de Francia y en Hispanoamérica.

Toreo de capa

El toreo como hoy lo conocemos se remonta a finales del siglo XVII y principios del XVIII, evolucionando desde distintas escuelas, entre las que destacaron la Sevillana y la Navarra. En 1701, durante el viaje que realiza Felipe V a España para tomar posesión del trono, se celebra en su honor en Bayona una corrida de toros navarros en la que se comienzan a ver los lances de capa de El Licenciado de Falces (magistralmente inmortalizado por Goya en un aguafuerte), origen del toreo de capote que hoy vemos.

En la actualidad uno de los toreros más carismaticos es Enrique Ponce. El diestro valenciano ha donado, el pasado día 17 de marzo 2007, al Museo Taurino de la Diputacion de Valencia uno de sus vestidos de torear más emblemáticos, el de color sangre de toro, con el que el 19 de marzo de 2004 batió todos los récords establecidos en el coso valenciano de la calle Xàtiva, abriendo su puerta grande número 30. «Este traje de torear significa mucho para mí, y por eso precisamente, lo he elegido con el fin de que esté en el Museo Taurino», indicó Ponce.

Gracias amigo…¡Y a seguir triunfando!. Cuerda tiene para rato.