Eurovisión nos pone en su sitio –El Ventanuco

De sueños, cabreos y otros devaneos en “Eurovisión 2018”

¿Somos malos? ¿No sabemos elegir canción y representantes? o ¿No tenemos suerte? en los últimos tiempos <<No damos pie con bola >> clasificados en el lugar 23 de 26 lo dice todo.

<< El puesto es un poco mierda, pero no pasa nada>>, se ha sincerado Amaia en una declaración (lo de “la mierda” lo tienen apropiado).

Buen comienzo de reflexión para enmendar y aprender no lo es; si además añadimos el tono incriminatorio hacia los votantes, por no haber sido más inteligentes y votarles a ellos.

La canción y puesta en escena demasiado almibarada, quedó empalagosa, como empalagosa fue la campaña de promoción, que se adentró en lo cansino.

Vestido vaporoso para ella, esmoquin para él, manos cogidas, arrumacos, sonrisas y amor destilando por todos lados.

La venta de ese “amor” ilusionado nacido de forma explosiva y progresivo, no sé si convenció lo suficiente, pero aun así, poco bagaje para enfrentarse a países que dominan mucho más las técnicas y escenografía de los festivales televisivos en general y los Eurovisivos en particular.

Si algún espectador tenía miedo a que entráramos en el terreno de lo cursi, sus peores temores se cumplieron, con la interpretación de “Tu canción” que los triunfadores de la segunda edición de “Operación Triunfo” Amaia Romero y Alfred García nos regalaron sobre un escenario en frío del Altice Arena en Lisboa.

Por razones extra musicales, en España había cierto clamor para que no triunfaran y ellos desafiantes y altivos ante la atmósfera que se respiraba, que por otro lado habían creado ellos mismos con ciertas declaraciones, que nunca quisieron minimizar, sino alimentaron.

Jacinto Benavente decía: <<Los amores y los triunfos son como los niños recién nacidos; hasta que no lloran no se sabe si viven>>