Francisco Ponce Carrasco

Cómo se hizo la portada del libro Huevos Fritos

Cuando leemos, ya sea en el tren, metro, autobús o,… simplemente arropados en la cabecera de nuestra cama, nos dejamos llevar por las líneas del relato y nos trasladamos a un espacio y un tiempo diferente, creado por nosotros mismos con la ayuda inestimable del propio autor, que se encarga de darnos las directrices básicas de esos escenarios.

Desde mi punto de vista, la lectura es un momento único de intimidad con uno mismo y  de desconexión del mundo real. Por eso, la portada de éste libro quiere trasmitir esa calidez y sensación acogedora.

… y así nació… La portada de ‘Huevos Fritos’

Para el diseño de la portada de Huevos Fritos, se realizó una sesión fotográfica con los elementos pertinentes: un manojo de pequeñas cañas o tronquitos, sinónimo de tranquilidad y sosiego, que ayuda a crear un espacio envolvente, humilde y de bonanza; las cáscaras de huevo, obedeciendo al título de la obra; y finalmente, un par de margaritas, simbolizando esos ‘Huevos fritos’ y dándole ese carácter humorístico y socarrón con el que el autor proyecta su obra. De paso, también se ha conseguido transformar esa imagen viscosa y aceitosa que genera un huevo frito, en una atractiva, limpia y bella instantánea.

Continuando con lo que antes avanzaba, la descripción de los escenarios, el retrato de los personajes, y la narración de los acontecimientos, vienen dados por el autor. Sin embargo, la interpretación de éstos mismos viene intuida y descifrada por los lectores, que crean su propio perfil o imagen virtual de las situaciones. Digamos que el ‘autor final’ de la obra es el propio lector, pues él le dará su propio enfoque y añadirá o eliminará esos matices que crea convenientes en su propia mente. Es por eso, que un huevo frito puede llegar a ser eso: una graciosa margarita de yema ocre y pétalos blancos.

La elección de la fuente tipográfica tampoco es algo al azar. Se trata de una tipografía pomposa, diferente, no vista, con un pequeño relieve, cálida y en un tono acorde a la yema de nuestros particulares ‘Huevos fritos’.

El conjunto de todo esto, desemboca en el arte final, en la portada en sí. Una portada que creo, invita a la lectura y a esa búsqueda incesante de intimidad y desconexión. Estoy completamente seguro que cuanto menos, será muy llamativa y contrastará en el lineal de compra con el resto de obras literarias.

Carlos Cuenca Izquierdo ‘Cuin’
Asesor creativo de Condelmed, S.L.