Francisco Ponce Carrasco

Otoño en Valencia – «El Ventanuco»

Los árboles entran en pausada desnudez, el suelo del parque, todos los días, les recoge su vestimenta verde verano que en ocre cambió el otoño, mientras el viento las hojas amontona en un recodo.

Calle de Caballeros – Valencia

Discurro por el centro histórico de Valencia y en  la plaza de la Virgen, anochecido, con resplandor de luces cálidas y grata noche otoñal, me siento en una terraza para ver el acontecer diario.

Basílica Virgen de los Desamparados – Valencia

Se han ocultado las palomas en su umbroso cobijo, asoman necesitados pedigüeños de ropas y rostro ajado, que se aproximan con la palma de la mano extendida… y piden.

Ambiente nocturno Plaza de la Virgen

Un mocerío con monopatines corren, derrapan con piruetas mil, sobre el deslizante piso de la plaza. La gente se agolpa en la “Fuente de las Acequias” y un ciudadano pasea a su perro seguido por la mirada distraída de otros dos canes.

Comienza a refrescar cuando enviste la noche, pero poco, en la piel se instala un penetrante hormigueo que estimula y eriza el vello, avanzan las horas, retrocede el gentío. En algún rincón umbroso, como cobijo de palomas, se amparan los indigentes mientras cada cual cuenta sus monedas…pocas, muy pocas…, los tiempos son bastante negros.