Francisco Ponce Carrasco

Cuando el talento viene solo de los “…ones” – El Ventanuco

Tras la permuta de Director, Presidente o Junta Gestora, los nuevos “mandatarios” y los acólitos que les rodean se les enciende la ‘bombilla’ de las ideas dirigidas a cambiar por cambiar todo lo que les aparece por el camino, sin valorar lo conveniente y positivo que pueda existir, la idea de modificar para mejorar no vale, <<me lo cargo todo>>, es lo brillante, lo que justificará -según ellos- su trabajo de “actualizar”.

Está claro que aducirán cuestiones de ahorro y con este “Sancta Sanctorum” se dedicarán a justificar y enaltecer su gestión, al tiempo que destrozarán cuanto encuentran en su camino.

Al final todo queda muy parecido, con algunas ligeras variantes, que se cuidarán de poner en su vanidoso medallero.

La memoria suele ser corta y pasado un tiempo se vanagloriarán de su trabajo, sin reparar en lo que despreciaron, sin ni siquiera valorar el camino que otros recorrieron con gran esfuerzo.

Claro que si el asunto termina por fracasar, ya tienen preparada la respuesta, << Estaba muy perdido y no pudimos hacer nada>>. Es decir el fracaso para los predecesores.

Estos personajillos suelen tener pocos valores y bajo calado ético, actúan en nombre de una pretendida rentabilidad, malogrando esta y los valores de interés general que a buen seguro existían.

Conozco casos en que actitudes parecidas llevaron a empresas, asociaciones, grupos culturales y hasta formaciones políticas al << principio del fin >>. Pena, penita, «penorúm».