BiblioCafé, encuentros y libros en Valencia

Poemario del grupo “El Limonero de Homero”

Alfonsina, compuesta por los argentinos Ariel Ramírez y Félix Luna, fue la pieza elegida para cerrar el evento, cantada por Encarna Velasco con dulzura y desgarro al mismo tiempo, pronunciando con énfasis la poesía que encierra y dejando clara la intención de su texto, como exquisito néctar de dulce sabor último, que arrancó un enfervorizado aplauso de los asistentes, Encarna nos regaló una interpretación magistral, que por su sensibilidad exigía un alto grado de atención y lo logró, convirtiendo el recinto en imaginario nimbo de transmutación.

Todo esto se desarrolla en un marco calificable de café- bar-librería donde junto al sabor de un humeante y delicioso café, puedes adquirir libros, a precios interesantes, para leer en uno de sus acogedores  rincones.

Este es un lugar poco corriente y de los que en Valencia puedes encontrar media docena, no más, – que yo conozca, – donde la cultura tiene cobijo y donde muchos autores literarios noveles, ven expuesta en las estanterías su obra junto a firmas del calado e importancia como son: Saramago, Carmen Amoraga, Vázquez-Figueroa, entre otros.

José Luis Rodriguez-Nuñez propietario de establecimiento, abrió el acto para dar la bienvenida al mucho público que ocupaba el recinto, seguidamente toma la dirección del evento Vicente Barberá que nos contó el devenir del grupo “El limonero de Homero”, junto a una serie de anécdotas que nacen de la fuerte amistad entre ellos y la dedicación por la poesía.

(Poetas)

Fueron presentados, uno por uno, los integrantes del grupo: Blas Muñoz, José Luis Prieto, Joaquín Riñón, Antonio Mayor y el propio Vicente Barberá, quien puso en valor el libro repleto de excelente poemas que se presentaba. Seguidamente se ofreció a los asistentes una muestra, mediante la lectura por parte de sus cinco autores de algunos de los poemas que en el mismo se publican.

(Guitarras)

El trío de guitarristas compuesto por Pepe Juesa, Enrique Benítez y José Luis Prieto, amenizó la velada con un amplio recorrido melódico ajustado al recital, que complementó la magia de la tarde-noche.