Los caprichos de Mamen tienen «Tela»
Reconozco que soy muy caprichosa y sabiendo la influencia que sobre él ejercía le pedía de todo. Cada antojo me era concedido, me gustaba esta situación, lo tenía como quien dice, postrado a mis pies.
En una ocasión le pedí el sol y él me lo trajo, en otra oportunidad una estrella y me la
Un día me quede sin café era de noche pero él sabría donde encontrarlo, así que le mandé a que lo comprara.
Meses después, recibí una carta dulce y amable, como siempre, diciéndome que estaba en Colombia buscando el mejor café y que tardaría un poco…Que no lo esperase levantada.
Ya han pasado veinte años…¡pobrecito! debe seguir buscando, pues nada he sabido de él.