En ocasiones anteriores nos hicimos eco de la devoción que el pueblo de Santa Eulalia del Campo profesa a su Virgen del Molino.
En esta oportunidad queremos que el presente reportaje este vestido no solo de bellas imágenes, que ya de por sí ofrece el lugar, sino que además muchas de ellas muestren el calor de sus gentes arropando cuanto se manifiesta.
Todos los jueves del año se celebra la Santa Misa en su esplendido recinto que congrega a gran cantidad de feligreses.
La entrada y salida es punto de encuentro para charlas y relaciones que enriquece la interrelación de vecindad y sirve de ‘diario’ hablado sobre las incidencias y acontecimientos más importes de la localidad.
Se encuentra la ermita rodeada, de rincones ajardinados, que ponen una intensa tonalidad con sabor a día de fiesta.
Es frecuente ver al párroco D. Pedro Soler, dialogar con algún devoto.
Una instantánea de la imagen de la Virgen del Molino, a nuestro juicio bella, es la que mostramos desde la parte trasera del camerino y en cuyo fondo se proyecta la bóveda de la ermita.
Es igualmente importante el cuadro pintado por Agustín Alegre, nacido en la localidad, que representa el entierro de Santa Eulalia y que fue donado por el artista en 1.963.
Esta pintura se encuentra sobre ‘El Coro’ de maderas nobles trabajado de forma artesanal, que se encuentra al otro extremo del altar mayor, conservado con primor, como todo lo que representa este emblemático lugar gracias al esfuerzo, dedicación y desvelos que la ‘Hermandad de la Virgen’, responsable del mantenimiento, voluntarios todos, desarrolla con el animo más tenaz.
Acudir a este lugar además del aspecto religioso, te sumerge en la paz de un entorno natural de excelente belleza y atractivo que se puede recomendar en la seguridad de que quienes acepten la invitación no saldrán, para nada, defraudados. ¡Les esperamos!