Como de costumbre, Segismundo y Genaro tenían que ‘ingeniárselas’ para que alguien les llevara.
-¿Recuerdas Genaro, cuando éramos jóvenes cuantas veces hemos ido, con las ‘motoricas’, a las verbenas de Viver…? ¡Qué tiempos!
-Oye, ¿se lo decimos directamente a German el carnicero?.-
Sin pensarlo más, a la carnicería que se fueron.
-Hombre pareja ¿que queréis? ¿unas chuleticas?.-
-Bueno unas ‘chuches’ me llevaré, pero lo que queremos…– se atrancó.
-¡Leche! Que si nos puedes llevar a Viver al partido.- atajó Genaro.
-Pues claro hombre, os venís en mi coche.
El campo – también de hierba natural – daba la sensación de pequeño, quizá por estar muy rodeado de edificios altos, pero público de Castellnovo había bastante.
-Somos una afición de hierro.– dijo “Segis”.
Comenzó el encuentro con cierta ‘casta’ por parte del Castellnovo, a pesar de encajar en el minuto 13 un primer gol tras un saque de esquina que un jugador contrario empalma de fuerte chut y que el portero (Jacinto) detiene, pero no bloquea, lo que aprovecha otro jugador del C.D. Viver para poner el 1 – 0 en el marcador.
A pesar de la contrariedad, el Castellnovo C.F. sigue jugando con fuerza y en una salida adelantada del portero del C.D. Viver que despeja con la cabeza, recoge el balón (Manolo) que con habilidad levanta el esférico desde cierta distancia y empata el partido 1 -1, era el minuto 20.
-¡Gooolll! del empate.- grito Segismundo.
Media hora duró la emoción y el juego distraído por ambos conjuntos, luego descendió mucho la calidad del partido porqué ambos equipos se contagiaron de un arbitraje de los malos, de verdad.
Faltando diez minutos para finalizar la media parte, un cúmulo de rechaces en la portería del Castellnovo C.F. acaba con el balón en las mallas y se llega al descanso con el 2 – 1.
Segismundo y Genaro se miraban callados y resignados, “Segis” sacó el paquete de ‘chuches’ que repartió con su amigo, poco más se podía hacer o decir.
La segunda parte más de lo mismo, de nuevo el Castellnovo C.F. menos avezado ante arbitrajes nefastos, se queda con diez jugadores por expulsión -doble amarilla – a (Conde).
-Solo falta que nos piten un penalti, como siempre.- se quejó Genaro.
Los hados malignos le escucharon y penalti en contra por manos dentro del área, sin voluntariedad, a consecuencia de un rebote; esto era el minuto 83, no se entiende que balonazos descontrolados que rebotan como en un “pin-pan-pun”, no desvía la trayectoria del balón, que tampoco lleva dirección de portería y el jugador infractor ni se entera, se pite pena máxima… marca el Viver 3 – 1.
Luego solo una nube primaveral, que descargó un intenso y corto aguacero, tuvo ya protagonismo, los ocho o nueve minutos finales.
Un partido con lucha pero sin premio, por cuanto el Castellnovo C.F. no muestra suficiente mordiente, cara a la portería contraria.
De regreso las ‘chuches’ se habían acabado, la resignación todavía no.