Fue una debilidad… un momento de alucinación… y todo un placer.
Sentada sobre esta cantidad de frutas escarchadas, calmé mí incipiente depresión y mí ‘rabieta’, por cuanto un inoportuno resfriado, me hizo renunciar a un fin de semana en tierras exóticas y compañía deseada.
¡Bueno lo supere!… tanto el infortunio, como el posible ‘empacho’ que por fortuna no se produjo.
¡Me siento ‘Dulce’! por todos los lados, confitada.