El Periódico «20 minutos» publica el jueves, 18-09-08, bajo la cabecera ‘El Abrelatas’ del escritor Francisco Ponce, el siguiente artículo.
Sociólogos y psicólogos, han intentado establecer algún paralelo entre el aumento de la agresividad y las altas temperaturas climáticas, encontrando ciertos efectos afines.
Es un craso error pensar que el ‘grescas’ es siempre el que conduce una furgoneta o un taxi. Pueden ser altos ejecutivos, encargados de una fábrica, o ese señor anónimo de aparente compostura que en un partido de fútbol, cuando un jugador de su equipo recibe una entrada punible de un defensa del equipo rival, gritando, lo califica de asesino y le dedica alusiones gratuitas al comportamiento sexual de su señora madre. En cambio, si la entrada la realiza el futbolista de sus colores, solo merece el adjetivo de ‘viril’.
Naturalmente, el ‘grescas’ no admite que lo es, y esta convencido de su razón, piensa que todo es fruto de una conspiración colectiva contra él para provocarle.
El calor, al parecer, nos llena de razones, y como dijo Descartes, “No hay nada repartido más equitativamente en el mundo que la razón: todos estamos convencidos de tener suficiente”.