El periódico 20minutos en su ejemplar del jueves
día 22-01-09 publica el siguiente artículo del
escritor Francisco Ponce, bajo la cabecera ‘El Abrelatas’.
En alguna ocasión todos hemos comprado ‘algo’ que al poco tiempo se ha estropeado. La explicación es bastante sencilla, los fabricantes programan el desgaste. Les conviene que los mecanismos se deterioren en un tiempo determinado por ellos, para que sean renovados y así mantener el flujo de la producción.
Nuestros antepasados por años que vivieran tenían cosas que cuidaban con esmero y que les duraban toda una vida, a base de apañarlas, hasta les cogían cariño.
Hoy día se impone usar y tirar, lo que propicia con demasiada frecuencia que determinados artículos no lleguen ni a la fase de rotura. Se cambian solo porque están pasados de moda o existe un modelo mas actual que hace las mismas funciones pero tiene otro sistema, color, diseño o simplemente huele a nuevo.
En nuestra época está mal visto que alguien le ponga a los zapatos medias suelas o tacones ¡Que mal lo tienen los zapateros remendones! Posiblemente muchos de nosotros, por la absurda vanidad e inclinación a malgastar, también.