En el rotativo 20minutos del jueves 9 de febrero 2012, encontraran este artículo del escritor Francisco Ponce, en su cabecera “El Abrelatas”
En noches de frío invierno, en un zaguán, un recoveco o en el banco de un jardín, los puedes encontrar. ¿Quiénes son estos náufragos urbanos socialmente denostados y de desarraigo profundo? ¿Qué historia se esconde tras sus harapos? ¿Cómo acabaron así?
Sobre el conocimiento diario de las personas, uno puede adivinar el guión de sus vidas por sus actitudes, rasgos y comportamientos. Pero ¿y con los perdedores de la tierra? Imposible vislumbrar su azarosa existencia, por ejemplo esa mujer que sobrevive con limosnas y desayuna su propia saliva ¿Qué drama encierran esos negros ojos, que en su rostro se confunden con la mugre?… Difícil de imaginar.
La fortuna es una veloz y arcana divinidad que o te la tropiezas de cara o te da la espalda. A menudo no se deja alcanzar por quien la persigue y en ocasiones se echa en brazos del primero que pasa. Ojala estos desheredados los tengan bien abiertos, si se les presenta, y de corazón espero gocen de su pequeña-grande oportunidad.