Bajo la cabecera ‘El Abrelatas’, del escritor Francisco Ponce,
el día 05-02-09 se publica el presente
artículo en el periódico 20minutos.
La publicidad nace en paralelo al propio comercio. ‘Todo se publicita’. Sin embargo, en época de ‘crisis’ económica los responsables y gerentes de muchas empresas recortan su presupuesto con destino a esta partida y una parte de esta dotación la destinan a maquillar los resultados finales, intentando salvar su propia ‘cabeza’.
Considero que es un craso error, por cuanto ante una recesión se produce una selección natural entre empresas proyectadas hacia futuros y las que se fundaron bajo la sola visión del oportunismo. En estos momentos de crisis económica es cuando se debe invertir en publicidad manifestando de esta forma ante el potencial comprador que se está en una posición de fortaleza y que se piensa seguir proporcionando riqueza social.
Pienso que la cuantía destinada a publicidad no debe sobrepasarse, pero tampoco se debe escatimar, eso sí, tratando de sacarle el máximo partido, previo estudio del mercado y público a quien se dirige con honestidad y veracidad en el mensaje. Esto es lo que acabará dándole al consumidor ‘fiabilidad’ y a la empresa en cuestión ‘fidelidad’. Dos palabras que resumen este artículo.