Sobra, por cuanto entran en clara contradicción:
‘La prohibición de las libertades’ o ‘La libertad con prohibición’… saquen ustedes amables lectores la consecuencia que estimen pertinente.
Quiero pensar que a las autoridades locales les pasó desapercibida la incongruencia y el alboroto de los niños jugando a la pelota, les pudo más que el respeto a la ‘Plaza de las libertades’ que en su momento ufanos y con criterio progresista, así la titularon, posiblemente con el acuerdo general en un pleno de Ayuntamiento y todo.
Una curiosidad para el anecdotario de las muchas, que en esta nuestra España, se dan con demasiada frecuencia.