Cada vez se escribe menos y es una pena porque a muchos nos gusta recibir cartas, ahora lo frecuente es encontrar en el buzón: publicidad blanca y publicidad negra, siendo esta última conocida así por esconder concursos o premios falsos que dicen ganaste y que luego resulta no ser tan real (leamos la letra pequeña), con el ánimo cuanto menos de confundir. También son habituales las cartas del banco y los múltiples recibos: agua, luz, teléfono, etcétera…
Los correos electrónicos, conocidos por E-mails y que algunos llaman “emilios” en un intento de ser ocurrentes, han tomado verdadero protagonismo y suplen al mandartelos la funcion amable de “recibir noticias de los amigos, que es uno de los grandes placeres de esta vida”.
Solo expondré un inconveniente que lamento se este propagando y es que algunos, para autodefinirse como prácticos y modernos, sustituyen en sus textos, por abreviar, ciertas palabras por signos. Ejemplos: “q” (para decir que) “=” (para igual o igualmente) y “x” (para por) “+” (para más), entre otras.
Personalmente prefiero ser tradicional, pues estas rebeldías me parecen un grave atentado a la lengua de Cervantes.