La ciudad de Soria ha dedicado merecido y justo homenaje al poeta y escritor santanderino Gerardo Diego, inmortalizando su egregia figura en una escultura de bronce colocada a las puertas del Casino Amistad Numancia, sede de tertulias de éste y otros escritores como Antonio Machado, Juan Antonio Gaya Nuño o Manuel Ruiz Zorrilla.
La efigie de 200 kilos de peso, está realizada por el escultor Ricardo Gónzalez, y servirá, según el alcalde de la capital, para recordar la figura del autor de ‘Soria Sucedida’ y para que los visitantes puedan interesarse por conocer cómo fue su estancia en la capital del Duero.
La hija del autor, Elena Diego, manifestó que el reconocimiento viene a “revivir el espíritu” del autor. “Su presencia poética y espiritual está en Soria y con esta estatua es como si se fijará a él físicamente”, afirmó.
Asimismo, recordó que Gerardo Diego, gran embajador de Soria, evocaba siempre recuerdos de su estancia en la capital que le sirvió de inspiración en sus obras a lo largo de su vida. El poeta llegó a Soria en 1920 para tomar posesión de su plaza de catedrático de Literatura en el Instituto de Soria. Tan sólo impartió clases durante dos años, pero se implicó activamente en la vida cultural y social de la época.
Soria vivió recientemente la feria del libro con gran esplendor. En total la plaza de San Esteban acogió 15 casetas y una pantalla de 3×4 metros donde el público puede disfrutar tanto de documentales como de fotopoemas de artistas sorianos o de diferentes expresiones de videoarte y poesía visual.
Entre las novedades de esta edición figura la realización de rutas guiadas por la ciudad de Gerardo Diego , tertulias, conciertos y la celebración de una ‘Noche en Blanco’, con performances callejeros, música, danza y mimo; la realización de un Salón del Libro Infantil y Juvenil en la Plaza del Vergel.
Este año no faltarán las presentaciones de libros, las tertulias y mesas redondas, las lecturas populares, las exposiciones y la participación de grandes nombres del mundo artístico y literario, como Clara Janés, Eduardo Scala, Elena Diego, el checo Zbynek Hejda (Premio Nacional de Literatura 1996), Mercedes Álvarez o Pablo del Barco y un sin fin de escritores contemporáneos.