La ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados, Patrona de Valencia, en absoluto es un episodio más en la fiesta de las Fallas ¡Es el acto por excelencia! que la inmensa mayoría de falleros y falleras esperan los días 17 y 18 de marzo.
Muchas comisiones de Falla sacan la ‘Real Senyera’ al frente de su comitiva que lucen orgullosos. Cuatro guapísimas valencianas la escoltan portando en la mano uno de los cuatro cordones que de su yelmo coronado con ‘Lo Rat Penat’ cuelgan. Un joven la flamea gallardo.
Las bandas de música antes de desfilar tratan con su júbilo y armonía de hacer más amena y corta la espera que durante largo tiempo se soporta, cansado y feliz al mismo tiempo.
Cada Falla proclama su barrio con el estandarte de la comisión. El sector ‘Falla Carlos Cervera-Doctor Serrano-Clero’ es una de las más antiguas y con mayor solera de Valencia y la primera en que se integró el escritor Francisco Ponce en su juventud.
La espera en ocasiones proporciona el grato aliciente de los encuentros, Vicente Duart persona emblemática – todavía en ejercicio – en la comisión y Francisco Ponce se encuentran en este escenario, teniendo la grata sensación de que el tiempo no pasó, esta detenido en este mismo escenario que tantas veces juntos cubrieron. Solo la realidad puede romper este encantamiento y lo hace, pero no borra la huella del recuerdo que permanece fresco, inalterable.
Por fin al entrar en la Plaza de la Virgen la imagen de la ‘Mare de Dèu’ recibe a todos los falleros que emocionados acuden a sus pies para ofrecerle sus flores. Todos tenemos un nudo en la garganta y alguna lágrima de emoción, que no siempre se puede reprimir y aflora indiscreta.
Poco a poco el manto de artístico diseño, diferente cada año, se confecciona y toma forma y color. El ‘Micalet’ al fondo observa complacido.