Francisco Ponce Carrasco

20 noviembre día internacional de la Infancia

El 20 de noviembre de 1959, la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunió con la intención de reafirmar los derechos universales de la niñez que se celebrara en cada país del mundo un día acordado, dedicándolo a la confraternidad y  la comprensión entre los niños, se programaran actividades que desarrollaran el bienestar de todos los niños del planeta.

La idea de esta reunión se debió a una institución llamada Unión Internacional de Protección a la Infancia, que en 1952 planteó que debía haber un día especial para festejar a los niños. Pronto las Naciones Unidas se sumaron a la idea y se decretó por unanimidad que el Día del Niño oficialmente, fuese el 20 de noviembre de cada año.

Con este conciso repaso a la efeméride, diré que lamentablemente existen muchos países donde la desnutrición y las guerras se comportan con autentica perversidad con los niños y que erradicar esta siniestra lacra debe ser una constante de quienes pueden/podemos, de alguna manera contribuir.

En un plano más cercano, los padres deben elegir la educación de los hijos desde su tierna infancia máxime cuando las actividades laborales o de cualquier índole de sus progenitores lo precisan, para atender esta creciente demanda existen las Escuelas Infantiles y/o Guarderías, que acogen mayormente a los niños y niñas desde bebes a seis años.

Recientemente tuve el privilegio de ser invitado por la Escuela Infantil “La Lluna” de La Eliana (Valencia), para realizar una sesión de cuenta cuentos y la verdad es que disfruté y hasta conseguí que los niños y niñas prestaran atención, sin moverse demasiado, cerca de 30 minutos, todo un récord.

Cabría decir aquello de “me divertí como un niño”, y espero que ellos también. En todo momento estuve arropado por la directora del Centro “La Lluna”, Sonia y las profesoras, factor decisivo, junto a los animalitos de papel que habían confeccionado y entregado a los pequeños.

Este es un centro que me impresionó por su amplitud de espacios e instalaciones de todo tipo, perfectamente cuidadas, pero sobre todo por el entusiasmo que se pone empezando por la cocinera en la elaboración de los menús para los niños (asesorada por una dietista), como por el personal docente del centro.

¡Hasta pronto chavalines! Puesto que si queréis volveré.

(Atendiendo la ley de protección a la imagen infantil, se han omitido fotografías de los cerca de 40 niños)