* * * * *
Sin embargo, también existen escraches disfrazados o solapados, a los que nos someten nuestros gobernantes constantemente, y que gestionan a su conveniencia, anulando toda capacidad de actuación, pisoteando derechos y coartando el futuro de los jóvenes, en una palabra «machacándonos».
Al ciudadano normal lo escrachean con la merma en las pensiones, con la subida en los impuestos, multas de circulación, con el repago de fármacos, con la rebaja de ayudas a los discapacitados, con las tasas judiciales, y lo hacen en vivo y en directo.
Posiblemente muchos no estemos de acuerdo en las formas, pero ¿Cómo dar salida al hartazgo de los ciudadanos que ven cómo los políticos, instalados en sus miserias de partido, permanecen impunes pese a malversar, presuntamente, el erario público? Sensatez, pero para todos.