¡Que ‘gozada’ transitar por superficie lisa! Tras unos años, bastantes años, de rodar por esta misma vía plagada de remiendos caducos en muchas zonas y con ‘socavones’ tipo trinchera en el resto, donde mis neumáticos quedaban molidos, mi sistema eléctrico se trastocaba y me chirriaba hasta la última de mis tuercas, ¡Por fin! acabó mí suplicio.
Ahora es otra ‘cosita’, siento gran placer al circular por el camino que hasta el Barrio de la Azucarera me lleva.
Es de bien construido ser agradecido, por ello en mi condición de automóvil modesto y gastado, rindo aplauso a quien corresponda, por esta feliz iniciativa, rogando que en adelante cuiden de su conservación, no vaya a ser que de nuevo aparezca la temida ‘viruela’.
Su ‘con’ seguro servidor.
Un coche.