Alfambra es una localidad muy visitada durante todo el año por el turismo rural, tiene infraestructura de alojamientos y lugares naturales para el éxtasis en su contemplación, museo y santuario de Santa Ana, sin olvidar el buen comer.
Muchos comenzamos a coincidir en este pueblo tan emblemático por la gentileza de sus habitantes. Recientemente también por la celebración anual de un importante Certamen Literario que se encuentra en su VIII edición.
Recordando mis primeras visitas traigo a mi Web un día en que me dispuse a caminar en un relajado paseo por la localidad cuesta abajo, gozo baladí, puesto que naturalmente luego lo tendría que subir.
En mi recorrido me encontré con EL MUREA (acrónimo de Museo de la Remolacha Azucarera), abierto en el año 2002, único en el mundo de carácter monográfico, sobre este cultivo, historia y producción de la remolacha azucarera, sus tradiciones y curiosidades, instalado sobre un antiguo lavadero. En la entrada se puede admirar una magnífica escultura de un labriego con su caballo y aperos abriendo surcos en la tierra. Esta obra, de dimensiones considerables, fue realizada por los artistas del taller ‘Esculturas Moreno Cutando’ de la localidad de Calatayud, provincia de Zaragoza.
Hasta finales de 1.980 Alfambra fue zona remolachera. Sus anchas hojas servían como alimento para el ganado y la gruesa raíz, se transportaba a la localidad de Santa Eulalia donde se encontraba la fábrica de trasformación del azúcar, a tan solo 25 kilómetros un lugar del otro. Hoy los extensos campos de su término, lucen trigos y cebadas, que trasmutan del verde esplendoroso al ocre más productivo de sus esbeltas y granadas espigas.