¡Cuanto representa el ‘ambiente’ previo a cualquier celebración! Mucho más si te encuentras en Santa Eulalia del Campo (Teruel), en soleada y veraniega tarde de toros.
La música, elemento importante en cualquier festividad, este año 2009 correspondió a la agrupación musical “Charanga el 2000” de Teruel y ciertamente sonó bien, conjuntada y fuerte, si además son complacientes con las peticiones del público y gozan de un amplio repertorio ya saben hablamos de “Charanga el 2000”, ¡Felicidades!
Las peñas de nombres sugerentes y variopintos, se visten de colorido y portando neveras, bolsas y otros medios se aprovisionan de buena merienda a base de jamón, chorizo y queso de la tierra, que acompañados de buen vino y refrescos mitigan el hambre y el calor al caer el sol.
Suenan clarines y timbales, se abre la puerta de cuadrillas y aparecen los protagonistas de la novillada, toreros con deseos de triunfo y ávidos de gloria pisan el albero del anillo, para dejar su arte prendido en el viento.
Al finalizar el tercer toro se produce la ‘magia’, la hora exacta no importa, ya que el momento implícito en la costumbre es para la merienda. Mientras se degustan las viandas el responsable del estado del terreno aprovecha el momento para regar la arena, rebajando su ‘polvareda’ y que se haga más cómoda a los toreros.
Cierta parte del público incita a que se les bañe, la tentación es mucha, el empleado duda, alguna ráfaga suave lanza, pero se impone la cordura y cesa.
De nuevo comienza la segunda parte del festejo taurino, se le entregan los trastos de matar al diestro Miguel Hidalgo, quien cumple su cometido con merito.
Un año más fiesta, arte, color y buen yantar se mezclan en alegre expansión. Santa Eulalia del Campo, bonita localidad turolense que si no conoce debe rectificar, y si acude en su semana de fiestas mejor que mejor.