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¿Lo recuerdan? Porque esta práctica significaba una alianza y el mutuo reconocimiento entre empresa y empleado que se perdió en los intricados vericuetos de la crisis, y ahora son escasas las entidades que posiblemente, mermada en cantidad, pero con esfuerzo, la mantienen.
Pues bien, modesta o no, se les tiene que felicitar por la acertada defensa de la tradición e inteligente muestra de complicidad en el mensaje: “Adelante, sigamos luchando juntos en busca del éxito y la prosperidad”, manifestando un compromiso tácito hacia una labor conjunta en defensa de los objetivos para el año que comienza.
El aguinaldo en forma de turrón y cava envuelve gratitud, voluntad, buenos deseos y trasmite empatía.