Esta solazada plaza, próxima al Ayuntamiento de Valencia, se encuentra repleta de tradición y hechizo. El susurro de las hojas de los árboles que la adornan y el canto acompasado de los surtidores de agua le confieren singular evocación. Zona entre peatonal y de circulación rodada – poca – invita a sentarse en las terrazas que los establecimientos ponen a disposición del cliente o en banco de piedra, que para eso están.
La plaza recuerda a Rodrigo Botet, ingeniero y prócer valenciano, quien entregó un valioso legado a la ciudad en 1889 – Museo de las Ciencias Naturales de Valencia – posiblemente la mejor colección europea de fósiles del pleistoceno sudamericano, se compone de veinte esqueletos y supera los cinco mil huesos, que pertenecen a más de veinte familias diferentes de mamíferos terrestres. El interés que despertó la llegada de la colección a Valencia se hace público en crónicas de prensa los días 9, 10 y 11 de agosto de 1889, y cuenta que asistieron a su recepción los personajes de mayor relevancia de la sociedad valenciana, junto a los cargos más elevados del mundo académico.
El lugar es conocido – compartiendo alias con la Plaza de San Vicente Ferrer – como ‘Plaza de los Patos’, en el centro se adorna con una preciosa fuente con tres ánades de metal por lo que la costumbre ciudadana le otorgó este nombre coloquial. Se le conoce igualmente como fuente de ‘Las tres ninfas’, que se elevan sobre un pedestal de piedra que hace de base.
Una de las fachadas que recae a la plaza es la del Hotel Astoria, que fue inaugurado en 1959. Este hotel donde se hospedaron – y lo siguen haciendo – inminentes personalidades de la ciencia y las artes, facilitó en los años 60 y 70 una función lúdica y de glamour mediante la sala ‘La Bruja’ que en sus bajos se alojaba y donde cualquier tarde, con especial significado sábados y domingos se concentraba la juventud distinguida de la época, en amenos y divertidos ‘guateques’.
Hoy esta zona tranquila, nos trasporta con facilidad a tiempos pretéritos, sin dejar de atraer al residente o al viajero, que encuentra en su entorno, un lugar para nuevos y emocionantes lances que vivir, en la histórica y jubilosa Valencia.