Querido, en estos días de vacaciones he comprendido algo muy importante: no voy a regresar a casa tan tarde como habíamos proyectado. Todo es muy bonito, los paisajes, el pueblo de casas blancas y tejados caldera, el amanecer, donde el sol al despuntar tiñe de tonos dorados las aguas del mar… pero me siento vacía sin ti.
Necesito seguir llena de tus caricias, besos húmedos y conversación alegre… si estuvieras aquí todo lo demás tendría sentido e infinita belleza… ven, para que mi entorno sea sobre todo, el nuestro.