Esta guapa y ‘aguerrida’ mujer, no tiene complejos y se promociona ella misma. Desea quedarse sin flecos en su falda y al parecer llenarse el bolso con buenas rentas, si pensamos de forma ladina, existe la posibilidad, que solo pretenda exhibir su reclamo en la búsqueda de sanas amistades.
Su mensaje es claro, para nada engañoso, no precisa frases rebuscadas ni ‘eslogan’ rimbombante. Publicidad y escaparate caminan juntos. No obliga a nadie pero provocar, provoca, ¿no les parece?
Recuerdo a los hombres anuncios que portaban dos carteles uno frontal y otro dorsal, unidos con anchas correas y colgado de sus hombros, de esta guisa paseaban por las calles de la ciudad, especialmente a la salida de espectáculos.
En los años 30 y algunas décadas después, en las revistas y prensa, se publicitaban el famoso remedio contra el dolor de cabeza “Cerebrino Mandri” o las pastillas “Pilules”, que hacían crecer el busto a las señoras. Nada desaparece, todo se transforma.