Francisco Ponce Carrasco

“Alas los labios” de Pilar Blanco – “El Ventanuco”

Poemas concentrados que producen sensaciones cuantiosas

La buena poesía no solo dura en el tiempo, sino que el tiempo la hace vigente, por eso, la autora nos regaló poemas preciosos y elaborados con mino en el tiempo – algo escuetos – condensados quizá por lo concentrado de la idea y con las palabras justas, aquellas que dicen y no las que rellenan para no aportar nada.

Pilar Blanco Diaz nació en Bembibre (León), licenciada en Filología Hispana por la Universidad de Salamanca, vive actualmente en Alicante, tienen bastante obra editada desde 1982 en poesía.

Hoy, un jueves 13 del marzo fallero, hemos tenido la oportunidad de conocerla personalmente, presentando su último libro “Alas Los Labios”, que ha visto la luz de la mano de ediciones Olcades de Cuenca. Bien editada, con ciertos detalles que ponen en valor el ya de por sí interesante contenido. El libro se encuentra distribuido en las mejores librerías.

El evento ha tenido lugar en CAFÉ MALVARROSA ESPAI PARAL.LEL, situado en la calle Historiador Diago 20 de Valencia, y glosado por el reconocido poeta valenciano Juan Pablo Zapater, quien ha realizado una puesta en escena muy acertada y especialmente afectiva, por supuesto como entendido, su exposición ha sido rigurosa y analítica. En cuanto a la personalidad de la autora ha dicho: “Pilar es tres partes leonesa y una Alicantina, persona que produce poesía con fluidez, pero que selecciona con rigor antes de publicar.”

Por su parte la autora, Pilar Blanco, ha sorprendido al auditorio con una charla no solo del libro, sino también de las motivaciones que la llevan a escribir poesía, como un impulso irrefrenable y sobre todo placentero.

Su dicción en todo momento pausada, sin apariencia de nervios, medida y matizada, fluye sincera y cercana, penetra y sobre todo la hace creíble.

En su turno de lectura poética elegida completamente al azar, mantiene el mismo tono o lo acentúa más, hasta el punto que en algunos momentos su voz es suave, vecina del susurro, para que el oyente medio adivine, realmente te envuelve en unos poemas intimistas con retazos de mística, que la hacen apasionante.

La tarde noche ha sido grata y como suele suceder propicia a los encuentros, que siempre en estos eventos tienen esa parte lúdica de amistad en aficiones compartidas, próximas a la placidez.