La celebración de este día tiene por objetivo el fomentar, simultáneamente en todo el mundo, la comprensión de que el desarrollo de los recursos hídricos contribuye a la productividad económica y al bienestar social
Guiados de este espíritu, desde 1992, todos los años, se celebra el 22 de marzo, Día Mundial del Agua. Así lo acordó la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 47/193.
En el mundo hay unas 263 cuencas y lagos transfronterizos que se extienden a través del territorio de 145 países, y cubren casi la mitad de la superficie terrestre de la Tierra. De la misma manera, grandes depósitos de agua dulce transitan en silencio por debajo de las fronteras mediante acuíferos subterráneos.
En su conjunto, hay suficiente agua dulce para satisfacer las necesidades de todos, sin embargo, estos recursos hídricos no están equitativamente distribuidos y en muchos casos, además no están gestionados de manera adecuada. Como consecuencia, muchos países tienen problemas de escasez de agua y en algunas zonas, la disponibilidad de agua potable de calidad se ha reducido significativamente debido a la contaminación producida por los desechos generados por los humanos y la industria.
Si trabajamos todos los países en satisfacer las respectivas necesidades de agua en un contexto de cooperación y no en la disputa y el conflicto, la respuesta común fomentará las oportunidades. Todos compartimos la responsabilidad de la gestión de los recursos hídricos transfronterizos para las generaciones actuales y futuras.
El 22 de marzo, Día Mundial del Agua, es un buen momento para reflexionar sobre el tema