¿A quienes les interesan las guerras?
Unos por ideologías, otros por posesión de tierras, los más por el dinero y oscuros intereses, estamos en un mundo de ofensas en grado carnicero, que solo engendra rencor y es difícil que a quienes han sufrido los horrores de la guerra en sus carnes o de familiares puedan olvidar, de esta forma la inquina se hace envolvente y la destrucción del ser humano no tardará. Parece apocalíptico, pero hoy no existen distancias y todo es un todo, en el que podemos encontrarnos, de la noche a la mañana envueltos.
Los soldados que vuelven lo hacen devastados por las imágenes que les quedan en la mente de los niños, ancianos y mujeres embarazadas que mataron; más allá de la típica excusa que les dijeron iban a defender en ideales patrios. Eso no los consuela de ninguna forma. Lo real es que les lavaron el cerebro hasta la inconsciencia.
Esto tiene que parar, si hay otras formas de hacer negocio no tan crueles, tiene que cambiar el sistema, los paradigmas en este sentido.
Por todo esto mientras haya un sólo niño en el mundo que se muera por hambre o por falta de atención médica, es síntoma de que todavía no hemos despertado como verdadera civilización, digna y con valores humanos, sin tener que arrepentirnos de nada, en paz con los otros y fundamentalmente con nosotros mismos.
La paloma de la paz está ‘tocada’, pero sigue, ingenuamente, volando con su rama de olivo en el pico buscando donde anidar en la comprensión y el perdón. ¡AYUDÉMOSLA!