!Ah!, ¿Pero todavía quedan inocentes?…siempre existe algún desinformado o anacoreta, que como si de otro planeta viniese, cree en la inocencia del ser humano mayor de seis años. (Edad simbólica – ¡vale!)
El día de los Inocentes es una tradición, cuyos orígenes se sitúan en la leyenda de la matanza de niños que ordenó el rey Herodes, con la intención de asesinar al Niño Jesús. También, esta fiesta popular tiene un origen pagano. En la Edad Media, es cuando este día, la anarquía, el desenfreno y el jolgorio eran los protagonistas, todo se permitía y el malévolo estaba absuelto de culpa.
«Hoy es un día en el que las personas se hacen bromas y engaños”. Me parece curiosa esta definición, que leo en una reseña de la festividad, por cuanto pienso que lo de ‘bromas’ puede ser solo en este día, pero lamentablemente, lo del ‘engaño’ es demasiado frecuente.
Bien está, si lo miramos por el lado amable del humor y al menos por una jornada nos quitamos la cara de ‘mala uva’ que solemos poner normalmente, ahora bien, la sonrisa no solo debe ser cuando nosotros gastamos la ‘inocentada’, también, sí la padecemos estamos obligados a soportarlo de buen talante y reír el posible ingenio del otro.