Francisco Ponce Carrasco

Festividad 9 Octubre Comunidad Valenciana – El Ventanuco

Los valencianos y valencianas celebran el día de su comunidad con actos institucionales y festivos

Desde 1365, se festeja que en esa fecha, en el año 1238, Jaime I entró oficialmente en la ciudad de Valencia para liberarla del dominio musulmán.

Uno de los actos más emblemáticos consiste en la bajada de la Senyera que es descendida desde el balcón principal del  Ayuntamiento y se traslada en procesión cívica hasta la Catedral, donde se celebra un “Te Deum”, para seguidamente llegar hasta el Parterre, donde ante la estatua del Rey Don Jaime se realiza una ofrenda floral.

En la actualidad, el 9 de octubre es jornada festiva en toda la Comunidad Valenciana y sus calles se llenan con bailes, música regional, o la ya multitudinaria y colorista, entrada de “Moros y Cristianos”.

Podríamos añadir que esta festividad tiene un aspecto “Muy dulce” tanto en lo sentimental, como en el paladar, por cuanto el 9 de octubre coincide con el día de ‘Sant Donís’, que es el día de los enamorados valencianos.

Es típico y tradicional que los hombres regalen a las mujeres lo que se conoce como “Mocaorà”, que es el nombre que se le dan a los dulces de mazapán recogidos dentro de un pañuelo, en forma de hatillo, cerrado con un nudo.

Cada año, los pasteleros valencianos preparan miles de figuritas de mazapán en forma de frutas, junto a la ‘piuleta y el ‘tronaor’ estimándose en el presente 2014 en unos 75.000 kilos empleados en elaborar unas 250.000 “Mocaoràs”, y otros tantos pañuelos. Los hornos, pastelerías y grandes superficies –sección de alimentación- disponen de estos mazapanes.

Existe en Valencia ciudad, un lugar de gran arraigo y tradición donde son muchos los que acuden a proveerse del dulce regalo: “La Rosa de Jericó”, una de las pastelerías de mayor tradición de Valencia cercana a su centenario (fundada en 1820) y ubicada en la calle de Hernán Cortés nº 12.

Se trata de un negocio familiar  que tutela y gerencia en la actualidad Carlos Jericó, secundado por su esposa Mónica Sales, tiene varios trabajadores en plantilla y da ocupación a otros más en calidad de discontinuos, para las fechas más emblemáticas de tradición pastelera-confitera.

La mañana se cierra con una vibrante ‘Mascletà’ en la plaza del Ayuntamiento, antes de marchar a degustar ese plato tan valenciano como es la paella.