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La actual alcaldesa de Valencia se ha prodigado en el acercamiento al pueblo visitando mercados, donde ha recibido aplausos y fuertes abucheos, ¿Valentía o descaro? Vete a saber.
Lo que sí se percibe es que existe declarada motivación ciudadana de cambio, única forma de que aflore todo lo tapado durante los muchos años de solape bajo los mismos perfiles.
En la Generalitat puede haber sorpresa. Desde luego no mayoría. Presumiblemente, habrá un abanico muy fragmentado en el reparto de escaños, lo que obligará a pactos de espinosa comprensión y el voto caerá en el sumidero de las artimañas por gobernar.