La importancia dada a la Desertificación y la Sequía es total tanto desde la práctica como en la conciencia de la humanidad.
En esta fecha, se invita a todos los Estados a dedicar este Día Mundial a sensibilizar a la opinión pública respecto de la necesidad de cooperar en un plano internacional, para combatir los efectos de la sequía y de aplicar la Convención de Lucha contra la Desertificación.
De hecho, Naciones Unidas celebró en el 2006, el Año Internacional de los Desiertos y la Desertificación para llamar la atención sobre sus causas.
La desertificación afecta a más de 110 países y cada año se pierden más de 6 millones de hectáreas de tierra productiva. Según Ecologistas en Acción en España el 40% del suelo está amenazado por los procesos de esta lacra.
Entre los principales factores desencadenantes de esta situación está la erosión o pérdida de suelo fértil y en ello influyen la explotación insostenible de los recursos hídricos, la pérdidas de la cubierta vegetal a causa de repetidos incendios forestales y la concentración de la actividad económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano, las actividades industriales y el turismo de masas mal gestionadas.
Cada día son más los organismos y personalidades que manifiestan su adhesión y en el presente año 2015 el propio Papa dedico una alocución al tema.