Acudir a la ermita de la “Virgen del Molino”, es sumergirse en la paz de un entorno cuidado y natural de excelente belleza y atractivo, que puede recomendar, sabiendo que quienes acepten quedarán encantados.
Uno de los exponentes más arraigados del los habitantes de Santa Eulalia del Campo (Teruel) radica en la hospitalidad hacia el visitante, en especial los días de las «Fiestas Patronales» donde participar en los festejos con los naturales del lugar, siempre es atractivo y recompensa.
Igualmente y dentro de su programa de fiestas destaca la “Misa Baturra” que se celebra en la ermita de la Virgen del Molino, emblema incuestionable de la villa y que preside la imagen de la Virgen del Molino, calando en el sentimiento como la lluvia, es como si fueras tocado por un halo de devoción hacia esta virgen, que te llena de un intenso fervor, que se percibe de forma poderosa, quizá sin saber bien porqué.
Al fondo, refulgente, se muestra el altar mayor de un marcado estilo barroco con motivos rococó, estilo Luís XV. Está formado por dos cuerpos con tres calles, cada uno, en los que abundan tallas de ángeles y santos. En la parte central, con dulce mirada la Virgen del Molino te recibe bajo un áureo baldaquín.
Este pasado viernes día 21 de agosto 2015 se celebró uno de los acontecimientos más relevantes con raíz religiosa, pero de cualquier modo con mayor o menor creencia son/somos muchos los que profesamos a esta Virgen un especial afecto y devoción.
En este evento multitudinario en el que asistieron las autoridades municipales con su alcalde Blas Lanzuela al frente, se celebraron los actos de la ofrenda de flores, se cantaron jotas a la virgen y se realizó la corta pero intensa procesión de la imagen en andas por los alrededores del frondoso recinto.
Los lugareños lucen galas regionales, y tras el evento son frecuentes los saludos y mejores deseos de ¡Felices Fiestas! entre los presentes.