Miles de personas han participado en la mañana del día 8 de mayo, a pesar del clima adverso, en el traslado de la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados que fue protegida de las inclemencias del tiempo con un plástico
Las muestras de fervor, vítores, piropos se sucedieron junto a una intermitente lluvia que no hizo retroceder a los valencianos de corazón participando bajo el aguacero o esperando su paso cubierto con paraguas.
En la puerta de la Basílica, recayente a la plaza de la Virgen – con la plaza repleta de un público impaciente – asoma la imagen, luego de ser vitoreada ya en su interior.
Le acompaña el repicar de campanas que se confunde con un clamor de gozo en el momento mágico en el que el pueblo acoge el anda y comienza así el recorrido de la plaza sorteando la fuente de las acequias, luego circulará por la calle del Miguelete y en la puerta principal de la Seu ( puerta de los hierros) de nuevo miles de personas reviven un momento muy emotivo en la entrada al templo, donde se le da un ligero movimiento de rotación para que entre de espaldas, luego un gentío enfervorizado la depositará en el altar mayor.
Se entremezclan los vítores de “Vixca la Mare de Deu”, con sentidas poesías, se escuchan enaltecidas plegarias hacia la patrona, explosión fecunda que te hace sacar al exterior una fuerza que te obliga a manifestarte.
La lluvia no hizo retroceder al pueblo valenciano, que no ha dejado de acudir al “traslado” emblemático momento de fervor, alegría y renovadas ilusiones a un año vista.
Durante la homilía, Cañizares ha pedido la ayuda de la patrona: << En esta hora difícil para Valencia y España concédenos poder alcanzar una verdadera libertad, sin imposiciones ni sectarismos>>.