¿Para cuándo estos artículos dejarán de tener vigencia?
Es lamentable la imagen que se está proyectando por parte de la clase política de nuestro país. Todo son disputas y acusaciones. Nefasto ejemplo para el ciudadano que cada día claudica un poco más y decrece en paralelo su confianza en los partidos políticos y dirigentes.
No se gobierna para el interés de la nación, sino del partido, y mientras unos y otros buscan ‘vendeta’, aparecen los oportunistas, amigos del sillón y muestran sus perversas habilidades utilizando el cargo que ocupan, para su beneficio, no están en un determinado partido para servirle a él y al pueblo, sino para servirse de ellos, como una forma clara de medrar.
Claro que todos no son ‘taimados’, me dirá un lector inocente, pero por lo que vemos y escuchamos, sí una nutrida representación. Estamos ante una desconfianza que invita, lamentablemente, al abandono y surge una pregunta ¿Para qué sirve depositar la papeleta en la urna? ¿Será posible encontrar políticos leales? Creo que debe ser como buscar caracoles en un campo reseco, en un caluroso día de agosto.