Francisco Ponce Carrasco

El Ateneo Blasco Ibáñez nos ofrece “Don Juan Tenorio”

El Ventanuco

El día 19 de noviembre 2016, con un salón a rebosar de público, vimos la obra teatral: “Don Juan Tenorio”, representada por el cuadro artístico del Ateneo Blasco Ibáñez

En esta oportunidad dejaron patente que los papeles principales están asumidos, y muy bien recitados e interpretados por Celestino Álvarez-Cienfuegos  (Don Juan) e Isabel Oliver (Doña Inés), pasando por el resto de personajes que rallaron a gran altura.

Otros actores: Ciutti: (Pepe Cerezo), Buttarelli: (Teresa Val), Don Gonzalo: (José Carrera), Don Diego: (Carlos Barra), Avellaneda: (Florencio Alejandre), Capitán Centellas: (Manuel Vélez), Don Luís: (Juan Montesinos),  Dña. Ana de Pantoja (Amparo Gómez),  Brígida: (Amparo Carbonell), Lucía: (Laura Font), Madre abadesa: (Cristina Cordón), Hermana tornera: (Cristina Angulo), Escultor: (Luis Auñón).

Presentaba cada acto escénico María Antonia Diego, y se deslizaba el telón todo lo que se podía, para mostrar el arte interpretativo y la tradición de la importante pieza teatral del maestro José Zorrilla.

Los actores más secundarios se relevan de vez en cuando por cuestiones de alternancia entre los asociados de esta entidad, pero siempre recogen el testigo personas de valía y gran ilusión, por cumplir el cometido que el actor anterior dejo en un listo muy alto.

En la obra se encuentran diversos efectos apócrifos y sobrenaturales que exaltan la imaginación de los espectadores. Don Juan Tenorio es un típico drama histórico al uso de la época, tal y como lo instituyó el <<Romanticismo Español>>, y en la versificación se utiliza principalmente redondillas, quintillas y décimas.

Disfrutamos con cada una de las escenas desde la hostería del Laurel, a la del sofá, o el acto final cargado de emotividad, consiguiendo cerrar el espectáculo con los presentes puestos en pie, y recibiendo una gran ovación.

Felicitamos a todos los actores y a la entidad por permitir que desde la modestia, pera también desde la eficacia y constancia, persista esta tradición, conviviendo con otras costumbres invasoras de color <<calabaza>> embrujada, que nos fustigan.