Quiero ofrecer un merecido homenaje de admiración y respeto, hacia las señoras de cualquier edad y lugar del mundo, que en la <<Nochebuena>> hacen un esfuerzo por reunir a la familia y amigos, ofreciéndoles unas delicadas y deliciosas viandas.
Alguna y con razón dice: <<Este es último año, mucho trabajo para mi>>, pero luego en los sucesivos sigue ofreciendo su amor a todos los suyos y en su rostro se dibuja una feliz complacencia, cuando los platos quedan “rebañados” y los parabienes se suceden.
Muchos años, jovencitas, madres, abuelas…, vuestra dedicación familiar es encomiable y vuestros platos, una suculenta delicia. ¡Hasta el próximo! Un beso a todas.