La improvisación ayuda a comprar cosas innecesarias. Para ello es aconsejable hacer una lista de necesidades y evitar comprar compulsivamente mercancías a bajo precio que después no se utilizarán
Existe tanta necesidad de convertir en dinero los stock de producto y dar salida a todo tipo de artículos que entre los fabricantes y comercios se impone un pacto, no declarado, que mueve a la mayoría de ellos a ofrecer precios lo más atractivos posibles, lo que está originando que se publiciten y anticipen las rebajas, en muchos establecimientos disfrazadas de otras ofertas, hace ya bastantes días.
En cualquier caso, desde ayer, día 7 de enero, cuando se dio el pistoletazo de salida para oficializarlas, muchos serán los que acudan a por ese chollo que les haga proclamar ante sus amistades lo listos que son.
Personalmente, creo que uno debe comprar al menor coste posible, en la eternamente controvertida relación precio-calidad, pero si precisa lo que compra. De lo contrario, siempre será una dudosa inversión.
Que la suerte y el bolsillo les acompañe y, por favor, tampoco se hipotequen, que la cuesta de enero está empezando y la sabiduría aconseja cautela.