El “cada uno a la suya” es ya una máxima generalizada.
Cada día retrocedemos en cuantía y diversidad de <<valores humanos y de sociedad>>, no aprendemos de las experiencias negativas, es hora de recapacitar y enmendar actitudes tendentes a dividir.
Llámenos al sentido común y al respeto, hagámoslo con toda celeridad, nos estamos metiendo en un túnel sin salida.
Cualquier contribución a la concordia es positiva, aunque nos pueda parecer insignificante.