Vivimos una época en que el arte literario esta poco ayudado, crear poemas y contar historias, enaltece el espíritu
El arte es la más sublime de las manifestaciones del género humano y, como tal, ha de ser bien tratada en todas sus vertientes.
Evidentemente no me refiero a esos artistas -cantantes y actores – opulentos con fortunas astronómicas y cachés colosales, esos que evaden impuestos en paraísos fiscales y viven endiosados malgastando y derrochando. Hablo, por ejemplo, del simple y sencillo vecino del primero derecha que, además de trabajar en una fábrica o en un comercio, escribe poemas y publica libros con su esfuerzo creativo y económico, endeudándose para pagar la edición de su obra y que solo logra, con fortuna, recuperar una parte de lo invertido.
Según estadística en el año 2016 << últimos datos>>, han visto la luz en España cerca de 82.000 nuevos títulos con I.S.B.N. Esto nos traslada a un escenario en el que las soledades propician la necesidad de contar y crear, hasta el punto que los autores noveles son legión y muchos nunca verán su obra editada por falta de medios.