Francisco Ponce Carrasco

Sobre el “ego” vacacional – El Abrelatas

El Abrelatas (prensa)

Y miren ustedes…, a mi no me parece del todo mal que dejemos volar nuestra fantasía, quizá en las próximas, será como lo relatamos. ¡Suerte!

No importa en donde hallamos estado, porque cuando lo contemos, resultará un lugar paradisíaco, sin mosquitos, las playas con apenas gente, la comida abundante y económica en ese restaurante o ‘chiringuito’, que solo nosotros somos capaces de localizar, nada de calor, un clima ideal y las nuevas amistades maravillosas.

Así lo manifestaremos a nuestro regreso, no importa que se acerque poco a la realidad, pero unas vacaciones sin contarlas con su poquito de exageración, pues como que no cunden.

Poder presumir de unas vacaciones idílicas ha sido un complemento interesante de nuestra época de veraneo. Nuestros congéneres en general y los compañeros del trabajo en particular, han de saber de nuestra perspicaz capacidad de elección y que somos estupendos en eso de pasarlo bien.

Si el sufrido interlocutor no ha tenido la fortuna de salir fuera de la ciudad, en su periodo de asueto, entonces nos cebamos, es que en esto de pasar unas vacaciones de ensueño, hemos de ser siempre los primeros.