El Tango se baila concentrado en la música y en silencio, pegado el cuerpo, cimbreando las piernas al compás de la música. (Mati)
El grupo “Club de Tango Valencia”, celebra anualmente su Encuentro Internacional, tanto en su centro habitual del salón Hotel Olimpia de Alboraya, como por alguna de las plazas emblemáticas de la ciudad del Turia, poniendo colorido y fiesta en mañana otoñal de sol madura membrillos, como la de este domingo día 15 de octubre 2017.
Mi buen amigo Ricardo Collado, experto en estas lides, y otras como poeta y escritor, me animó para que asistiera a uno de los eventos programados y que ahora nos ocupa, y ¡vive el cielo!, que lo disfrute.
Que te lo cuenten anima, vivirlo emociona, especialmente en un entorno como es el de la Plaza de la “Almoina”, un marco portentoso donde coincide el arte arquitectónico de la Valencia antigua y la evocación de la música de tango, “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”, declarada por la UNESCO en setiembre del 2009.
Las gentes de toda condición, edad y nacionalidad, se hermanan con exquisiteces en abierta amistad, y el semblante presto a deslizar <<sentimientos >> que afloran con el ritmo de la música de tango, que expresa pasión.
Durante unos días este grupo ha venido manteniendo, en estas jornadas del 2017, una dinámica de actos en torno a su programa que gira de forma patente en rededor del tango. Los que se lanzan al baile, cuidan su atuendo, zapatos de charol los caballeros, de tacón alto las señoras, que les confieren un atractivo sensual, en ciertas combinaciones del ritmo y que ponen estilo y belleza.
Algo tiene esta actividad que concentra a tantas personas de generosa sonrisa, que disfrutan su afición y que te regalan de improviso una <<chispa>> en los ojos, y luego su compás, con fervor y arte.
El presidente José Ibáñez, me recibió con encantadora cordialidad, también las señoras y caballeros de la asociación, lo que me animó a dar unos pasos para la foto –lamento los pisotones que regalé a mi parejas de milonga – espero que tras mis disculpas, me habrán perdonado.
Que la <<gimnasia>> de vuestra fogosidad por el tango, perdure en el tiempo.