Si quieres encontrar en la vida, amistad, dulzura y poesía, llévalas en tu “mochila” dispuesto a ser el primero en repartirlas
En ese instante mágico, mezcla de nostalgia y expectación, en que se hace inminente el sonido de las doce campanadas que anuncian el año nuevo, nacen infinidad de propósitos: dejar de fumar, acudir a un gimnasio para rebajar los ‘michelines’, hacer las paces con ese familiar distante, abrazar a un amigo… que luego quizá se olvidan.
Un propósito sí debemos hacer cierto, el de ser más humanos y ¡este que se cumpla!
…Tong…tong…tong… FELIZ AÑO NUEVO.
Inútil mirar hacia atrás, si no es para recordar buenos momentos. Entremos con ánimo positivo al presente año 2018.
Sintamos lo que valemos, soñemos lo que queremos, sepamos hacer crecer lo que tenemos y aceptar que con esto nos basta.
Descubramos que a nuestro lado hay gente que nos quiere. Y si estamos solos, sepamos que existen personas necesitadas de amor y comprensión, con quien compartir luces de nueva esperanza.