Con la llegada del verano ya se sabe, los mosquitos hacen su notoria aparición
Se adueñan de determinados lugares de veraneo donde el Ayuntamiento o en su defecto a quien corresponda, no ha tomado en su momento la iniciativa de fumigar.
¡Anda que no se ponen pesados!, suenan como auténticos aviones de propulsión y se ensañan con las personas de piel blanca o morena de soles, no respetan a nadie.
Humo ahuyenta mosquitos, liquido repelente, ‘spray’ de todos los tipos, la luz apagada, el vaso con refresco tapado con una servilleta, para
¿Que hacer? Largo tiempo esperando julio y agosto para relajarse en la terraza mirando el mar o el verde jardín, para luego ser asaeteado villanamente por los afilados aguijones de estos ‘chupones de sangre’. Lo peor, si se te cuelan en la habitación, ya no pegas ojo en toda la noche.
Ante esta situación ya se sabe lo más práctico0, zapatilla en mano: <<Huevo, larva, crisálida, mosquito. Zaaaaaasss…Ni mosquito, ni crisálida, ni larva, ni huevo>>.
Solo una pequeña mancha roja en la pared y el grito desmedido de tu mujer llamándote de todo.
Sin ánimo de crear alarmas innecesarias – que ya este año 2020 tenemos bastantes – recapacitemos un poco en la posible peligrosidad que estos insectos pueden comportar, aparte de las consabidas molestias.
Actualmente tenemos mosquitos autóctonos y exóticos, con cierto riesgo.
¿Habrán venido de vacaciones?