Una exposición con cercanía y sentimiento, dentro de un proyecto cohesionado, con gran calado de compañerismo
Si la exposición es <<guapa>>, cuando conoces el proyecto, la personalidad de Miguel Ángel Aranda y te relacionas con los artistas y público ligado a la pintura, uno percibe la calidez de la <<chispa amiga>> que pone en valor una pasión muy especial hacia los genios que la practican.
El promotor de la idea es Miguel Ángel Aranda quien nos comenta:
<<Todo surgió de un cuadro que quería significar una plaza de Ruzafa y luego se fueron añadiendo sus gente representadas por una figura estándar, que cada artista decoraba según su imaginación y en la actualidad se cuenta con casi 200 piezas de diferentes pintores, desde los más conocidos, a otros modestos pero de gran proyección, y esta mezcla es la que nos da un sentido diferente, proyectando la buena sintonía humana entre todos los artistas>>
<<La idea nació -y sigue viva – en la primavera del año 2011, con algunos de los pintores que rezan en la tabla – me señala el cartel de la pared – y en ese simbolismo de urbe artística, ahora ponemos los nombres a las imaginarias calles, que no son otros que los del artista>>
Realmente la sensación de creatividad resuena a cooperación, esto lo pudimos detectar en la buena armonía que los autores mostraron en la inauguración, donde muchos acudieron a reencontrarse con su obra y a plantear proyectos nuevos, compartiendo sus vivencias sobre este “mundillo” tan complejo y a la vez tan sugestivo.
Miguel Ángel Aranda es una persona cercana que atendía con soltura y exquisita cordialidad, tanto a los artistas-amigos, como a los medios de información y al mucho público que acudió ávido de respirar un ambiente cordial.
El lugar que acoge la exposición es “TAPINEARTE” (Estará abierta del 15-02-18 al 11-03- 2018), en la calle de Zurradores – Assaonadors nº 13, son calles con nombre sabroso y plazas de la Valencia antigua, en donde se encuentra una tienda de “Bellas Artes”, ofreciendo elementos y artículos para el artista pintor y escultor que regenta Luis Viguer, quien desde siempre pone sus conocimientos y materiales a disposición de los artistas, ofrecido a buscar soluciones a cualquier idea novedosa. Luis Viguer es persona muy vinculada a proyectos artísticos.
El ambiente era tan cercano y amable que me dio la oportunidad de conocer nuevos genios del arte y encontrar a otros ya amigos, lo que por momentos me hizo sentirme como en casa y tuve la tentación de pedirle, al ahora ya amigo Aranda, que me facilitara una figura para pintarla en esos “pinitos” que también los escritores realizamos con los colores (no me atreví).
Magnifica la exposición y la idea, a la que auspicio una progresiva ampliación que la siga agrandando en número de piezas, afianzando todavía más la calidad intrínseca que hoy ya tiene, para que acabe en algún museo o coleccionista, que pretenda tener <<pellizcos>> de talento con un componente sensitivo de <<calor-color>> innegable.